María de Jesús Patricio Martínez: digna portavoz de nuestras comunidades indígenas de México

María de Jesús Patricio Martínez: worthy spokerperson for our indigenous communities in Mexico

Aline Noyola de la Llave
Universidad Internacional Menéndez Pelayo/Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, México

Analéctica

Arkho Ediciones, Argentina

ISSN-e: 2591-5894

Periodicidad: Bimestral

vol. 4, núm. 26, 2018

revista@analectica.org

Recepción: 11 Octubre 2017

Aprobación: 19 Diciembre 2017



DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.4380998

Resumen: En este contexto emerge Marichuy, candidata presidencial electa por el Congreso Nacional Indígena y respaldada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para marcar el pulso y transmitir los ideales de nuestros pueblos originarios. Ante un momento histórico de esta índole, las comunidades indígenas cobran fuerza como sujetos sociales y políticos al participar impetuosamente en la vida pública del país y así tener la oportunidad de decidir su futuro. Con Marichuy, se anuncian nuevos matices paradigmaticos discordantes con el sistema económico mundial y muy poco armónicos con el establishment que ha mancillado profundamente a nuestra nación.

Palabras clave: Marichuy, EZLN, México.

Abstract: In this context, Marichuy emerges, a presidential candidate elected by the National Indigenous Congress and backed by the Zapatista Army of National Liberation (EZLN) to mark the pulse and transmit the ideals of our native peoples. Faced with a historical moment of this nature, indigenous communities gain strength as social and political subjects by impetuously participating in the public life of the country and thus having the opportunity to decide their future. With Marichuy, new paradigmatic nuances are announced that are discordant with the world economic system and very little harmonious with the establishment that has deeply sullied our nation.

Keywords: Marichuy, EZLN, Mexico.

Son diversos los escritos que plasman las virtudes y defectos de sobre-vivir a/en un sistema económico mundial donde el dinero y el poder juegan papeles fundamentales para definir y encarnar conceptos tan comunes como la amistad, la familia, el trabajo, la historia, la propiedad privada...el amor. Pero quizás uno de los conceptos más nocivos y errados de este sistema es el del individualismo que, desde hace ya bastantes décadas, ha condenado a los hombres a pensar en nimiedades como la ambición, el consumismo, la supremacía y el dominio de la naturaleza.

Así, paulatinamente los sectores vulnerables de México y el mundo: pobres, indígenas y esclavos, no sólo se convierten en víctimas de la explotación laboral, el despojo, la vejación de derechos humanos y la privación de la libertad, sino también, se tornan objetos de burla perpetua hacia su cultura, su patrimonio, su cosmovisión, sus tradiciones y sus recursos naturales. En efecto, no es necesario sino imperante construir y alcanzar "nuevos" modelos de gobernar, nuevas formas de vida y de educación que, como diría María de Jesús Patricio Martínez o mejor dicho, Marichuy, sirvan para iniciar procesos de pensamiento diferentes y contribuyan a formar un conciencia colectiva que florece desde nuestras raíces y a la izquierda, que nos une permanentemente, que hace posible desconolizar el pensamiento, combatir la desigualdad y quebrar con los esquemas patriarcales tan arraigados en la sociedad mexicana.

En este contexto emerge Marichuy, candidata presidencial electa por el Congreso Nacional Indígena y respaldada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para marcar el pulso y transmitir los ideales de nuestros pueblos originarios. Ante un momento histórico de esta índole, las comunidades indígenas cobran fuerza como sujetos sociales y políticos al participar impetuosamente en la vida pública del país y así tener la oportunidad de decidir su futuro. Con Marichuy, se anuncian nuevos matices paradigmaticos discordantes con el sistema económico mundial y muy poco armónicos con el establishment que ha mancillado profundamente a nuestra nación.

Ya en algunos de los textos de Leff (2004) y Harvey (2016) se articulan las reivindicaciones más enfáticas de nuestros pueblos originarios y que, hoy por hoy, se expresan de viva voz a través de Marichuy: fortalecer los sistemas de saberes indígenas, sus formas simbólicas de percepción, significación y relación con la naturaleza, y sus normas culturales y de organización social para la gestión de un desarrollo propio, un desarrollo que se escapa del pensamiento eurocentrista y "confronta los designios globales" (Mignolo, 2013, p.15).

La lucha de los pueblos originarios se hace presente en un México sin memoria y lo hace en un primer momento al romper con la "conocida" triple discriminación que viven la mujeres indígenas: la de ser mujer, la de ser indígena y la de ser pobre. Esto advierte una metamorfosis que devela nuevas formas de entender la vida y de hacer conciencia en una sociedad mucho más compleja que la "ecuación del campo de Einstein" o la "fórmula de Riemann".

Es por demás singular que, con acento peyorativo o quizás no, en distintos medios de comunicación y redes sociales Marichuy es nombrada como "la mujer indígena candidata a la presidencia de México". Entonces, deberíamos reconocer a Marichuy como la voz de los indígenas o ¿erróneamente hemos encasillado a los indígenas como la otredad sin distinguir que no formamos parte de ellos, sino somos ellos desde antes de la conquista e incluso, desde el nacimiento de nuestros paisajes y nuestra vida? y si es mujer ¿acaso la que suscribe esto no es es mujer y es indígena?.

Sea cualquiera la respuesta que el lector quiera dar, nuestras comunidades indígenas se niegan a desaparecer y pelean constantemente por recuperar su identidad y su posición en la escena "oficial" de nuestro país. Bajo el emblema de re-existencia los pueblos indígenas de México impulsan la candidatura de Marichuy y plasman tácitamente sus deseos de convivir en un mundo como no lo conocemos y que muchos criticarán por ignorancia, indiferencia o simplemente comodidad.

En este proceso social e histórico de titánica comprensión y asimilación por el grueso de la población mexicana, aplaudo la candidatura de María de Jesús Patricio Martínez quien simboliza un ejemplo digno de lucha por la vida, la tierra, el amor y la conciencia universal. ¡Unamonos para que la otredad, que es nuestra, tenga cabida en un México sin olvido!

Bibliografía

Harvey, N. (2016) Practicando la autonomía: el zapatismo y la liberación decolonial. El Cotidiano 200, 7-19.

Leff, E. (2004) Racionalidad ambiental: La reapropiación social de la naturaleza. México, D. F: Siglo XXI.

Mignolo, W. (2013) Geopolítica de la sensibilidad y del conocimiento. Sobre (de) colonialidad, pensamiento fronterizo y desobediencia epistémica. Revista de Filosofía, 74, 7-23.

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