Tijuana. La ciudad del no-discurso
Resumen
Tijuana es una ciudad que, históricamente, no existe: nunca fue fundada. La fecha de su data se deriva de una decisión tomada a partir del examen de un documento que representa un plano dónde se traza un poblado de nombre Zaragoza “a ser construido en el rancho de Tijuana”. El autor del mismo fue un ingeniero de nombre Ricardo Orozco, quien a su vez fue contratado por los descendientes de Santiago Argüello Moraga, quien recibiera en concesión el predio del rancho de Tijuana, en 1829, el cual antes de ese año era administrado por la misión franciscana de San Diego de Alcalá. Los Argüello se pensaban dueños del predio. ¿Cómo argumento esto? En el hecho que, al morir Santiago intestado y al morir también su viuda, Pilar Ortega, hijos, nietos y yernos se disputaron el predio. Era una concesión de los diversos gobiernos que tuvo México a partir de 1829. Ellos decidieron, para terminar con las disputas por la tierra, contratar a Orozco, dividir la tierra y comercializarla para repartirse las ganancias.
Referencias
Augé, Marc (1996) Los no lugares. Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad. Barcelona: Gedisa.
Hobsbawm, Eric (2002) “La invención de la tradición” en Hobsbawm, Eric, y Terence Ranger (Eds.) La invención de la tradición. Barcelona: Crítica. Pp. 7-21.
Montesperelli, Paolo (2005) Sociología de la memoria. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.
Piñera Ramírez, David (1991) Ocupación y uso del suelo en Baja California. México: Universidad Nacional Autónoma de México.
Ruiz Ríos, Rogelio (2009) “Tijuana. La frontera concupiscente y el comienzo de la patria” en Liminar. Estudios sociales y humanísticos. Vol. VII, Núm 2. Diciembre. San Cristóbal de Las Casas, México: Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.