La responsabilidad del historiador, las revisiones y las narraciones. Una aproximación a la obra de Traverso
Resumen
Para Traverso “la memoria se presenta como una historia menos árida y más ‘humana’… poderosamente amplificada por parte de los medios de comunicación, a menudo dirigida por los poderes públicos. Se transforma en una obsesión conmemorativa” (2007: 13), lo que Eric Hobsbawn llamó “la invención de la tradición”, el acto mediante el cual la memoria se torna el vector de una religión civil densamente simbólica y ritualizada, que instituye valores laicos, principios éticos y políticos, a partir de acontecimientos fundacionales. Walter Benjamin distingue dos experiencias: la transmitida, que se perpetúa, característica de las sociedades tradicionales, que emana de lo cotidiano; y la vivida, distintiva de las sociedades modernas, individualistas, que mana de traumas tales como la guerra, genocidios, depuraciones étnicas, represiones políticas o militares; acontecimientos fundacionales. La experiencia vivida desemboca en políticas de la memoria, invistiendo al historiador de un papel ético hacia las representaciones de lo acontecido, con un gran peso al testigo como fuente, desplazando al archivo y replanteando la concepción metodológica decimonónica.
DOI: 10.5281/zenodo.3902801